Honduras: elecciones polarizadas por presión al CNE y al votante

Honduras se aproxima a las elecciones generales en un clima de creciente preocupación. Señalamientos de irregularidades, intentos de control institucional y ataques a la libertad de prensa proyectan sombras sobre la integridad del proceso electoral, generando inquietud sobre la capacidad del país para llevar a cabo comicios justos y transparentes.

La preocupación causada por la secuencia de sucesos que han sembrado inquietud y desconfianza en distintos grupos de la población se enfoca en la potencial manipulación de entidades fundamentales, como el Ministerio Público, las Fuerzas Armadas y el Consejo Nacional Electoral (CNE), con el fin de impactar los resultados electorales y beneficiar a ciertos intereses políticos.

Intento de llevar a juicio al CNE y amenazas para la independencia electoral

Las alarmas han saltado ante la posibilidad de que la Fiscalía esté planeando cargos contra consejeras del CNE, con la intención de desestabilizar al organismo electoral y asegurar el dominio del proceso por parte del oficialismo. Fuentes políticas han advertido sobre actividades inusuales dentro del sistema judicial que señalan una acusación inminente por presuntos delitos administrativos o abuso de autoridad contra consejeras vistas como independientes o críticas del control político que ejerce el partido LIBRE sobre el CNE.

Líderes opositores y analistas han caracterizado este supuesto plan judicial como una táctica política para socavar la estructura del CNE y desplazar a aquellos que no comparten la visión del partido gobernante. Existe el temor de que una acusación oficial fuerce a las consejeras a dejar sus puestos, facilitando el nombramiento de reemplazos favorables al gobierno.

Organizaciones dedicadas a los derechos humanos y colectivos ciudadanos han advertido sobre un potencial «golpe institucional disimulado» que pretende modificar el ente electoral en beneficio del partido en el poder justo en la fase final antes de las elecciones. Frente a esta circunstancia, varios grupos han pedido que la comunidad internacional intervenga para vigilar las actividades del Ministerio Público y asegurar que el órgano electoral mantenga su independencia.

Agresiones a los medios y limitaciones a la libre circulación de información

En el actual escenario de polarización política en ascenso, el periodismo en Honduras atraviesa una de sus fases más complicadas desde el regreso a la democracia, enfrentando crecientes informes de hostigamiento, intimidaciones, censura y ataques hacia medios de comunicación y periodistas independientes, tanto por parte de funcionarios del gobierno como de miembros de las Fuerzas Armadas.En el actual escenario de polarización política en aumento, los medios de comunicación en Honduras atraviesan uno de sus momentos más difíciles desde el restablecimiento de la democracia. Se han incrementado las acusaciones de hostigamiento, intimidaciones, censura y violencia hacia las organizaciones periodísticas y profesionales del periodismo, situaciones que provienen tanto de autoridades gubernamentales como de integrantes de las Fuerzas Armadas.

Entidades como Reporteros Sin Fronteras y el Comité para la Libertad de Expresión (C-Libre) han lanzado advertencias importantes, señalando que en Honduras se está estableciendo una tendencia de censura informativa dirigida por las autoridades para silenciar opiniones críticas, desorientar a la población y asegurar el dominio absoluto del discurso público de cara a las próximas elecciones.

En meses recientes, se han documentado ataques físicos a periodistas mientras cubrían manifestaciones, acoso digital orquestado hacia comunicadores críticos, limitaciones en el acceso a datos públicos y amenazas anónimas dirigidas a reporteros que indagan sobre corrupción.

Durante la cobertura de manifestaciones, se ha registrado la presencia de fuerzas militares que intimidan a los equipos de prensa, solicitan identificaciones, bloquean transmisiones y confiscan equipos periodísticos. Junto con la represión en el ámbito físico y digital, se ha iniciado una campaña de descalificación por parte del gobierno hacia medios independientes y periodistas destacados, calificándolos como «enemigos del pueblo» o «desestabilizadores».

Peligros para la seguridad del procedimiento electoral

La suma de estos elementos —el intento de llevar al CNE a los tribunales, las críticas al rol de las Fuerzas Armadas y los ataques a los medios— crea un ambiente de inseguridad respecto a la honestidad del proceso electoral en Honduras. La potencial manipulación de instituciones vitales y la limitación de la libertad de prensa constituyen graves riesgos para la transparencia y la justicia de las elecciones.

Frente a este escenario, varios grupos dentro de la sociedad han instado a la comunidad global a observar cuidadosamente la situación y a demandar garantías de apertura y respeto a los derechos esenciales para garantizar que la población de Honduras tenga la oportunidad de seleccionar a sus líderes en un entorno de libertad y democracia.

By Jaime Navarro