Con menos de cinco meses para las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre, el escenario político en Honduras se encuentra dominado por acusaciones hacia el oficialismo. Varios actores políticos y sociales han reportado una serie de actividades atribuidas al Partido Libertad y Refundación (LIBRE), que, según sostienen, pretenden modificar el proceso electoral, debilitar la institucionalidad y afianzar el poder de manera autoritaria.
Denuncias de manipulación política y control de instituciones
Las indicaciones más actuales señalan la actividad de grupos organizados asociados al oficialismo, que han aumentado su presencia en lugares públicos e instituciones del gobierno. De acuerdo con las denuncias, estas agrupaciones han sido responsables de ocupaciones de edificios, bloqueos y actos de intimidación hacia funcionarios y actores políticos.
Los eventos reportados abarcan el bloqueo de procesos de licitación vinculados con el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP). Se indica que esos grupos evitaron la entrada de varias compañías al proceso, admitiendo solo a una empresa presuntamente cercana al gobierno.
Asimismo, han ocurrido obstrucciones en entidades gubernamentales como forma de presión para la distribución de empleos, así como interrupciones en el Congreso Nacional durante reuniones legislativas, lo cual ha producido un ambiente de tensión entre legisladores y miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE). Algunos de los sucesos han involucrado ataques físicos y verbales hacia jóvenes, candidatas mujeres y integrantes de la oposición cerca del Congreso.
Bloqueo institucional y conflictos en el Consejo Nacional Electoral
Al mismo tiempo, se ha reportado una obstrucción institucional dentro del CNE. De acuerdo con grupos opositores, el consejero Marlon Ochoa, junto con suplentes relacionados con LIBRE, habría ralentizado intencionadamente reuniones importantes del ente, provocando demoras en decisiones cruciales para organizar las elecciones.
Una de las inquietudes principales es una modificación al reglamento interno del CNE propuesta por el oficialismo, que altera el criterio de aprobación de decisiones: de mayoría simple a unanimidad. Según los críticos, esta acción estaría diseñada para bloquear resoluciones contrarias a los intereses de LIBRE, lo que pondría en peligro los tiempos del proceso electoral.
Factores externos y avisos sobre el sistema político
La reciente realización del Foro de São Paulo en Tegucigalpa, que juntó a partidos de izquierda de América Latina, ha suscitado preocupación entre sectores que critican al gobierno. Analistas señalan que las tácticas de los grupos en Honduras son un reflejo de las estrategias usadas por organizaciones similares en Venezuela, relacionadas con el control y la presión política a favor del chavismo.
Desde el gobierno, se rechaza que los grupos estén vinculados al partido y reconocen que sus actividades podrían afectar negativamente la opinión pública sobre el gobierno.
Se exhorta a asegurar el procedimiento electoral
Frente al aumento de las tensiones y a los temores de una deriva autoritaria, representantes de la oposición, organizaciones empresariales y actores de la sociedad civil han instado a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional a asumir un rol activo en la protección del proceso democrático. El llamado enfatiza la necesidad de asegurar el respeto al calendario electoral, a la institucionalidad y al derecho de los ciudadanos a elegir libremente.
Las afirmaciones emergen en un entorno de polarización en aumento, donde sectores contrarios señalan un supuesto intento de repetir modelos políticos extranjeros que limitan la alternancia en el poder.
Un sistema de votación bajo tensión
El progreso del cronograma electoral para las elecciones de noviembre se desarrolla en un contexto caracterizado por la falta de confianza en las instituciones, tensiones políticas y acusaciones de interferencia partidaria en organismos fundamentales del Estado. La polémica en torno a las acciones de grupos relacionados con LIBRE, junto con el estancamiento en las decisiones del CNE, incrementa las inquietudes sobre la claridad del proceso.
A medida que se aproxima la fecha de las elecciones, persisten los desafíos para garantizar condiciones de competencia equitativa y la estabilidad del sistema democrático en Honduras. El desenlace de estas tensiones pondrá a prueba la capacidad de las instituciones para responder con independencia y de la ciudadanía para ejercer su derecho al voto en un entorno seguro y legítimo.