CNE y la presión por aplicar GPS en maletas electorales

Con menos de medio año para las elecciones generales en Honduras, varios expertos han presentado una propuesta clara para mejorar la transparencia en el proceso electoral: incluir sistemas de geolocalización GPS en todas las valijas que llevarán el material electoral. Esta acción tiene como objetivo asegurar el monitoreo en tiempo real de los paquetes desde que salen del Consejo Nacional Electoral (CNE) hasta que regresan para el conteo de votos.

La propuesta emerge en un ambiente caracterizado por la falta de confianza pública y las crecientes tensiones políticas, donde varios grupos han mostrado inquietud frente a una posible erosión de las seguridades institucionales y una situación poselectoral complicada.

Plan técnico con contexto local

El planteamiento, respaldado por expertos en tecnología electoral, contempla el uso de dispositivos GPS para monitorear cada maleta durante todo el proceso logístico. De acuerdo con el ingeniero en sistemas Marvin Mejía, la implementación permitiría conocer con precisión el trayecto de los materiales y detectar desviaciones o retrasos que puedan comprometer la cadena de custodia.

Experiencias comparables se han implementado en elecciones de naciones como México, Colombia y República Dominicana. En dichas situaciones, el empleo del GPS ha estado enfocado en evitar incidentes como pérdidas, modificaciones del contenido o movimientos no autorizados.

Desde un enfoque operativo, los expertos afirman que la tecnología tiene un costo reducido —con equipos que oscilan entre 15 y 30 dólares— y es fácilmente adaptable a sistemas de vigilancia móviles, lo que posibilitaría el acceso tanto a supervisores partidarios como a observadores nacionales e internacionales.

Exigencias desde la comunidad civil

La proposición fue adoptada como un requerimiento por grupos ciudadanos dedicados a la vigilancia electoral. Transparencia Electoral, Red de Observadores y la Fundación para la Democracia han exigido al Consejo Nacional Electoral que incluya sin demora esta tecnología en su planificación presupuestaria y la regule como un elemento esencial del procedimiento.

Las organizaciones afirman que la iniciativa ayudaría a restaurar la confianza en la gestión del proceso electoral, debido a varias acusaciones de irregularidades en los pasados comicios. Por ello, opinan que rehusarse a implementar este método podría ser visto como una falta de compromiso institucional para asegurar elecciones justas.

Si el CNE se opone, dará a entender el peor mensaje imaginable: que no desea que la ciudadanía observe lo que sucede entre el momento de votación y el registro final, comentó un abogado experto en legislación electoral asociado con iniciativas de observación ciudadana.

Ambiente político e inquietudes sobre fraudes

El debate tiene lugar en un contexto de intensificada división política, con diversos grupos opositores y actores sociales advirtiendo sobre el escenario en el que se llevará a cabo el siguiente evento electoral. Algunos de los factores que incrementan esa inquietud incluyen la continuidad del estado de excepción, que limita ciertos derechos básicos, y la acumulación de poder que, según varias opiniones, podría estar reduciendo los controles democráticos.

Dirigentes de la oposición han indicado que se están limitando los mecanismos de supervisión institucional, lo cual «según su perspectiva» podría facilitar manipulaciones logísticas o cambios lejos del control público. «No se triunfa en una elección si las urnas se alteran en secreto», afirmó una fuente internacional con experiencia en observación electoral, mencionada por medios de la región.

Frente a ese panorama, los proponentes insisten en que el monitoreo por GPS representaría una medida de bajo costo que podría mitigar riesgos de desconfianza o de conflictividad poselectoral. La consultora electoral Karen Pineda recalcó que “es una inversión mínima comparada con el precio de una crisis poselectoral”.

Un desafío para la institucionalidad y la confianza

La sugerencia de agregar GPS a las urnas electorales destaca los problemas que confronta Honduras en cuanto a confianza pública e integridad electoral. En un ambiente donde las condiciones institucionales están bajo escrutinio, la discusión sobre este tipo de iniciativas cobra una relevancia que va más allá de lo puramente técnico.

Con la proximidad del día de las elecciones, el sistema político en Honduras se enfrenta a una importante encrucijada: fortalecer sus mecanismos de control y transparencia, o seguir funcionando entre incertidumbres y conflictos. La reacción del CNE a esta propuesta será vista como una medida del compromiso institucional con la legitimidad del proceso.

Por Jaime Navarro