Acusan a Manuel Zelaya de manipulación electoral en medio de creciente crisis institucional

La figura de Manuel Zelaya Rosales, coordinador del partido Libertad y Refundación (LIBRE) y esposo de la presidenta Xiomara Castro, ha sido ubicada en el centro de una tormenta política que sacude a Honduras a medida que se aproximan las elecciones generales de 2025. Señalamientos provenientes de diversos sectores apuntan a que Zelaya estaría consolidando una red de influencia sobre el sistema electoral, generando una crisis de confianza institucional con repercusiones nacionales e internacionales.

Alegaciones de manipulación en el sistema electoral

Partidos de oposición, organizaciones ciudadanas y analistas han advertido sobre una supuesta estrategia de control del Consejo Nacional Electoral (CNE) por parte del oficialismo. Según estas denuncias, personas cercanas a Zelaya habrían sido colocadas en posiciones clave dentro del organismo, con capacidad para incidir en decisiones operativas y logísticas del proceso electoral.

Un aspecto que ha sido objeto de crítica es la asignación de contratos a empresas supuestamente relacionadas a nivel personal o político con líderes del partido LIBRE. Se encargarían de funciones fundamentales como la logística y seguridad del material electoral, lo que ha suscitado preocupaciones respecto a la honestidad del proceso logístico. Informes anteriores en las elecciones primarias ya habían señalado demoras y modificaciones en la gestión de las “maletas electorales», lo cual ha generado dudas sobre la claridad y posibles anomalías.

Reacción social y alertas sobre el deterioro institucional

Las acusaciones han resonado en diversas áreas del país. Representantes de iglesias, asociaciones empresariales y organizaciones de la sociedad civil han estado de acuerdo en la importancia de proteger la imparcialidad del proceso. Conforme aumentan las protestas y declaraciones públicas, se intensifica la falta de confianza en la gestión actual del sistema electoral.

Los expertos opinan que esta situación es una de las crisis institucionales más significativas desde el restablecimiento del sistema democrático. La presencia de Zelaya ha sido identificada como un actor con gran influencia política que, sin tener un puesto oficial en el Ejecutivo, ejerce una notable influencia sobre instituciones cruciales, generando tensiones dentro del organismo estatal y dificultando la administración del gobierno.

Monitoreo global y acciones de investigación

Delante del declive de la confianza interna, entidades internacionales han manifestado su inquietud acerca de la acumulación de poder en manos de individuos no elegidos y el entorno de elevada intolerancia hacia la crítica y la disidencia. En respuesta a esto, diversos sectores políticos han solicitado la llegada de delegaciones internacionales que puedan revisar de manera autónoma cada fase del proceso electoral.

En paralelo, La Fiscalía ha iniciado investigaciones sobre las empresas que han recibido contratos relacionados con la organización electoral. Estas indagaciones buscan esclarecer la existencia de posibles vínculos indebidos y determinar si hubo actos de corrupción o favorecimiento político en la asignación de servicios.

Un procedimiento en peligro y un reto para la democracia

El contexto actual coloca al sistema electoral hondureño en una posición crítica. Las denuncias sobre manipulación, cooptación institucional y falta de transparencia han puesto en entredicho la credibilidad del proceso rumbo a 2025. En un país marcado por una historia reciente de polarización y desconfianza hacia las instituciones, la solidez del proceso democrático dependerá en gran medida de la capacidad del Estado para garantizar elecciones limpias y supervisadas.

Mientras las investigaciones avanzan y la presión social se intensifica, Honduras enfrenta el reto de sostener su institucionalidad en un escenario donde las percepciones de control partidario podrían erosionar aún más la legitimidad de sus estructuras democráticas.

By Jaime Navarro